jueves, 3 de diciembre de 2009

Franz Kafka-El Proceso

Un día te levantarás por la mañana al igual que K., G. o B. o cualquiera que sea la inicial con la que, piensas, pero es del todo falso, navegas anónimamente por internet, y sin la menor explicación habrán cerrado tu blog. Al principio le restarás importancia, pues sabes perfectamente que no has hecho nada malo, no has cometido delito alguno, salvo el de compartir cultura y promover el saber y la razón, siempre y cuando ésto último no llegue a ser ilegal algún día,cla!. Pues ese día ha llegado, tú no lo entiendes, no va contigo, piensas que las leyes existen para defender los derechos y no los intereses de una acaudalada minoria en decadencia, pero el proceso es complicado, enrevesado, y aunque al principio no le atribuyeses la trascendencia que merecía, pues esa institución como entidad parece incoherente y trastornada, acabarás buscando aliados hasta en los bajos fondos. El pasotismo inicial se tornará en preocupación y ésta en verdadero desasosiego, ocupando por completo tus pensamientos. Al final veremos como termina esto, pero para mí que nos van a follar y bien.
Como viene a huevo copipasteo este manifiesto que hoy se está viendo por toda la red (por lo menos por donde yo me muevo)

Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial – un organismo dependiente del ministerio de Cultura -, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

sábado, 14 de noviembre de 2009

El combate por la luz

-------) (El combate por la luz

Os dejo una fotillo de mi colección y un poema de un tio que no conocía y que me gusta especialmente. Es sobre la poca importancia que le damos a estar vivos y al despertar de cada día. Se titula "El combate por la luz" y espero que os guste.

De tanto ver la luz hemos perdido
la recta proporción de ese milagro,
que otorga a la materia su volumen,
contorno fiel al mundo que queremos
y límite a los puntos cardinales.
A fuerza de costumbre, hemos dado en creer
que es un merecimiento, cada día,
que el día se levante en claridad
y que se ofrezca límpido a los ojos,
para que la mirada le entregue un orden propio,
distinto a los demás, y lo convierta
en nuestra inadvertida obra de arte.
Hay una ingratitud consustancial
al hecho de estar vivos, un intrínseco
poder de desmemoria, y nos impiden
brindar a cada instante el homenaje
que cada instante de verdad merece,
por su absoluta magia de estar siendo,
en vez de no haber sido en absoluto.
Con cada amanecer dubitativo,
con cada tumultuoso amanecer,
la luz arrasa el reino de la noche
y emprende su combate. En el confuso
magma de oscuridad, con cada aurora
triunfa la exactitud de cuanto existe
sobre la vocación de incertidumbre
que tienta con su nada a lo real.
En toda madrugada se renueva
un conjuro de origen, esa fórmula
que impuso el movimiento al primer día.
Somos testigos, en el alba pura,
del trono en que la luz alza su reino
y lo concede intacto a cualquier súbdito.
Conviene contemplar la luz con más paciencia,
brindarle una atención encandilada,
el sumiso homenaje con que un bárbaro
descubre reverente en su aventura
la tierra que jamás ha visto nadie.
Carlos Marzal.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Las Putas y las putadas de Barcelona




"¿Comprarías a tu madre?, ¿pagarías por tu hermana? o ¿venderías a tu hija?" es el lema de la campaña que ha iniciado la Asociación de Mujeres de la Noche Buscando el Día (Amunod), dedicada a la reinserción social de la mujer prostituída. La iniciativa está dirigida fundamentalmente al "cliente", al hombre que consume prostitución, para hacerle llegar el mensaje de que la prostitución, a juicio de la entidad, es "un ejercicio de violencia contra la mujer".
EL PERIDICO.com de hoy.

En el Ayuntamiento de Barcelona están promoviendo una campaña, aún no sé de qué tipo ni índole, en la que se insta a los “consumidores de Putas” a reforzar sus cualidades para ligar y así evitar el número de mujeres prostituyentes de la ciudad.

"¿Tan malo eres que tienes que pagar?" –dicen en otra comunidad autónoma.
El lema de aquí lo desconozco, pero dirá lo mismo con otras palabras. Y presupongo que, de nuevo, nos toman por idiotas.

Pues bien, yo creo que podríamos presentar el nuestro, en el que todas deberíamos pensar, el que de veras acabaría con la tan mal nombrada Prostitución: “Vosotros, todos, si queréis follar, vais a pagar”. Si, así de claro. Para empezar, ¿a quien coño le importa que cada cual se prostituya como pueda? A mí, personalmente, me pagan por hacerlo todos los días. En mi caso le llaman por eso de estar al corriente de pago y de las SS, “trabajo remunerado” y nadie me ha dicho nunca nada. Esperemos que al ayuntamiento no se le ocurra pedir a los empresarios que dejen de pagarme el pecunio y empiecen a alardear de rabo con las trabajadoras.
Y ¿qué hacen las exceptuantes “Putas”? Exáctamente lo mismo, sólo que ellas trabajan, en teoría y según la "puta administración" (me permito, creo que con razón y en este caso, la licencia de la minúscula), comerciando con su cuerpo, por dinero - y sin amor- y lo peor, la gran mayoría sin pagar la Seguridad Social (o, en su defecto, Autónomos) , derecho ya inalienable que nos hemos ganado todos y todas las Putas a pulso.
Pero...¡ Coño! ¡Si las deberían premiar!
Después de leer ésto : " Increíble pero cierto hasta el propio Google en uno de sus servicios nos lo recuerda... que la palabra más buscada es "Putas". (sigue...) Ahí no queda la imagen porque se puede apreciar que le siguen "google", "culos" y "tetas"; ¿quién quiere aguantar a aquél capullo asqueroso y baboso, que huele a hormona adelanto-sexual (es decir, eyaculador precoz), o a aquél depravado que no se atreve a hacer con su pareja lo que sí a pedir a una Puta? Y, ¿alguien se ha creído que yo trabajo con amor y sentimiento?

Imagináos, después de una dura jornada puteal, si salgo con una amiga tendré que aguantar, ya que deberán ostentar de la manera más vulgar y asquerosa de su extensión más desatendida (y me refiero a la cerebral, malpensados...), a un gilipollas más que no va a querer pagar por un servicio que se debería incluir en alguna división inventada, como tantas otras, de cualquier ambulatorio u hospital.

Yo soy igual de Puta que las Putas que están en las Ramblas. Y creo, como Puta, que si me quieren quitar “mi trabajo” debo luchar por, al menos, la remuneración y la Seguridad Social, además del horario. Lema: “No a los controles éticos de mis propios hijos porque ellos nacieron gracias a mi”.

Acaso hacen más daño a la sociedad las Putas de las Ramblas. Y otra cosa, ¿qué daño hacen las putas? ¿Más que los que se dedican a comprar terrenos, recalificarlos y construirlos para venderlos a un precio 50 veces superior a lo invertido? Dando por supuesto que esos son unos auténticos mierdas y un defecto de fabricación de la “Puta”, ¿dónde está el cartel que les debería dedicar el ayuntamiento?

Si hiciésemos pagar a todos y a cada uno de ellos por echar un polvo, desde luego, se acababa la prostitución, que no las Putas, porque para pasarlas Putas tenemos la vida misma. Lo peor de todo es que si pensasen un poco se darían cuenta de que están incitando a una huelga general de trabajadores. Y yo me pregunto: ¿dónde estarán los putos sindicatos? Ay... siempre vendidos, como nosotras, las Putas.
No es cruda la verdad. Lo que no tiene es remedio.

martes, 10 de noviembre de 2009

LAS GAFAS DEL ABUELO



El abuelo de Suleimán se pasó la vida leyendo una y otra vez un solo libro: la Biblia. Leia despacio, muy despacio. Su imagen quedó grabada para siempre en la memoria de todos: inclinado sobre el gran libro, robando un poco de luz a los últimos rayos del sol poniente. Nunca quiso leer con luz artificial.

Y cuando se le preguntaba qué era lo que más deseaba respondía “Una buena edición de la Biblia en el cielo”. Allí se sentaría al pie de un árbol y leería día y noche, porque en el cielo nunca se pone el sol.

Con el paso de los años sus ojos se debilitaron y se procuró unas gafas. Por aquel entonces no había ópticos ni oculistas en Damasco, se iba al chamarilero. Allí había toda clase de gafas, y uno se las iba probando hasta que daba con las adecuadas.
Las gafas transformaron la cara del abuelo.






Ya no parecía bondadoso e inteligente, sino nervioso, asustadizo y permanentemente asombrado. Cuando Suleimán se lo comentó a su abuela ella se echó a reír:
“Sí, a veces se pone nervioso de miedo y el asombro lo tiene desde que nació”
Un día, el abuelo murió. Suleimán había estado fuera con su madre tres días y cuando regresaron lo encontraron tirado en el salón ya rígido. El chico lamentó su pérdida durante mucho tiempo. El mejor abuelo del mundo era un excelente y paciente autor de trabajos manuales y siempre había sido un buen amigo para él.

Dos semanas después, Suleimán descubrió las gafas del abuelo en la estantería, detrás de la Biblia. Las cogió y se las llevó corriendo a su abuela.





“Abuela –exclamó casi sin aliento- el abuelo no podrá leer en el cielo.
Ella se quedó mirándolo un momento, algo confusa. Luego sonrió:
“Primero tiene que conocer el cielo y cuando yo le siga ya le llevaré las gafas”

Seis meses después, la abuela enfermó de gravedad, y cuando en la comida Suleimán oyó a su madre que comentaba con su tío que temía que la abuela pronto seguiría al abuelo, el chico respiró aliviado. Corrió a su habitación, cogió las gafas y las dejó sobre la cama de la abuela.


“No olvides las gafas”, susurró y a ella le entró tal risa que le dio un ataque de tos. Luego le acarició la cabeza y cogió las gafas.
Murió tres días después. Los vecinos se sorprendían al acercarse al ataúd, lo habitual era poner un rosario en las manos de las mujeres. En cambio, las de la abuela aferraban las gafas de su marido.
“Fue su expreso deseo –explicó la madre de Suleimán al irritado sacerdote y el chico estuvo seguro de que aquel día su abuelo podría retomar la lectura.

- - - - - - - - -

En Siria hay una parte de cristianos, estos personajes lo eran. Rosa 10.11.09 Barcelona

jueves, 5 de noviembre de 2009

Séneca-Sobre la felicidad

Una vez inventada la máquina del tiempo, decidí ir algo más allá del viernes y darle así un uso apropiado a tan ventajoso invento, viajando hasta siglo I de nuestra era, no para enriquecerme culturalmente ni mucho menos, qué coño!, sino para correrme una orgía de órdago en pleno auge del imperio romano y disfrutar al máximo de todos los vicios y corrupciones que ofrecía la capital del imperio, ruina de depravados sinvergüenzas y por supuesto meca de los 'perdios'. Anduve de fiesta en fiesta y de bacanal en bacanal con total desenfreno y sin mesura alguna, ávido de nuevasss..s experiencias, sustancias varias y posturas múltiples, despilfarrando como un salvaje del jolgorio todos los denarios y sestercios que obtuve, de hecho, toda una fortuna, mediante el trueque en el coliseo de una caja de gorras del betis.
Un buen día, en una lúbrica ceremonia de inauguración y apertura del nuevo palacio de Crápulus Impúdicus, un pretor amigo mío, conocí a una hermosa joven llamada Protuberancias. Tras pasar con ella unos dilatados momentos inolvidables, me ví obligado, pues las fuerzas ya me fallaban y me encontraba menguado y disminuido físicamente después de tanto ajetro carnal, a descansar, aunque sólo fuera un momento, en una plaza cercana a dicha villa. Me deleitaba, entretanto, con un sabroso y reconstituyente licor, a base de vino y otros exóticos compuestos, cuando me fijé, con los ojos nublados por la adictiva ambrosía, en un viejo comerciante que desde un lateral y acompañado por un carro tirado por una mula electrotísica (emule en latín), hacía lenta aparición en la bulliciosa y concurrida plaza, que ese día en concreto albergaba el mercado de intercambios. Yo me hallaba bajo la generosa sombra de un enorme árbol, cuyas recientes y saludables hojas verdes oscilaban con la brisa, proporcionando una relajante sucesión de claroscuros, en la que descubrí, podía balancear mi pensamiento y discernir la calma y la belleza de la naturaleza. El viejo comerciante se dirigió con parsimonia hacia el centro de la plaza, donde yo descansaba lozano, recostado despreocupadamente sobre el tronco del majestuoso árbol y con una rodilla flexionada sobre la que descansaba mi jarra. Cuando estuvo cerca le dije con la mejor de las intenciones:
- Saludos noble comerciante
- Saludos noble degenerado- me respondió tan tranquilo
- Ein!!? degenerado dices? bellaco! pagarás cara tu...
- Sip, se te ve un huevo.- dijo.
- Otia! es cierto, y casi los dos!- dije sonrojándome e intentando tapar mis partes con la reducida tela- no termino de acostumbrarme a las falditas éstas tan de moda aquí en Roma, que son muy prácticas para las bacanales, pero cuando sales a la calle...
- Sí, hay que ver cuantos problemas tenéis los acaudalados- replicó con ironía el viejo.
De inmediato detecté cierta animadversión hacia mi persona, por lo que entre los dos se produjo un tenso silencio, roto tan solo por mis hipidos, mi crujir de tripas y algún que otro respingo de la emula. Fue en una de estas sacudidas de la emula que del carro se descargó un electropapirotomo que, según pude observar, se titulaba 'Sobre la felicidad' de un tal Séneca. Por supuesto el título me llamó de inmediato, pues pensé que se trataría de una guía de bares, antros y tugurios de la adultera ciudad de Roma.
- Lo compro- dije sacando algunas monedas
- Un sestercio.
- Qué dices, flipao!- tuve que regatear, pues me parecía un robo.
- Bien, pues un quinario, no puedo subir más.- sentenció el viejo comerciante.
- Oki.
- Oki lo será tu madre, dáme la pasta.
- Toma- dije mientras le entragaba una moneda.
El viejo prosiguió con su lento caminar y yo me entregué a la lectura. Lo primero que me llamó la atención fue que no se trataba de una guía de bares y lo segundo fue que lo entendía perfectamente, esto me extrañó, pues estaba convencido de que me costaría leerlo y que sería complicado entender el latín antiguo, pero para nada, por lo visto el intercambio de lenguas con las esclavas de las últimas noches me ayudó en la comprensión del texto. Me pareció interesante, aunque algunas aseveraciones me resultaban un tanto condescendientes. Así que miré en el contrapapiro buscando la dirección y acto seguido me encaminé hacia la escuela de la Stoa, en la calle del Pórtico número uno, con la intención de aclarar algunos puntos.
Cuando llegué a la escuela, y una vez ya dentro, me interceptó 'la secreta', la secretaria de Séneca.
- ¿Dónde cree que va usted?- dijo con voz firme y mirándome con ojos inquisitivos.
- Vengo a discutir unos asuntos con Séneca.
- ¿Cual es su nombre?- me preguntó.
- gabi- respondí.
Mientras consultaba los archivos para comprobar si tenía cita con el gran sabio y orador, me entretuve en la contemplación del edificio. Era grande y muy bonito, ámplio, fresco y decorado a la última, por lo visto el tal Séneca estaba forrado, algo que resulta contradictorio, en principio, para un estoico y que muchos de la época seguro le recriminaban.
- No figura ningún gabi- dijo la secreta cuando terminó de comprobar los archivos- además- continuó- ¿qué mierda de nombre es ese? ¿no tienes títulos? si eres un simple siervo o un vasallo del populacho ya te estás largando.
Con un simple gesto de cabeza hizo que aparecieran de detrás de las columnas un par de centuriones más grandes y duros que las propias estatuas que decoraban el lugar.
- mmmm, estooo....- no sabía que decir- mmm, si, si, si tengo título...estoo..- continué, y recordando como me llamaron la última noche, concluí- Si! Si! pues claro que tengo títulos, qué te has creído!, yo soy Gabilón I de Lascivia, más conocido como el Libidinoso, aunque estoy pensando en cambiarme el título por algún otro más impactante.
- Echad fuera a este bufón!!- rugió la secreta- y aseguraos de que no vuelva.
Entre los dos centuriones, y cada uno cogiéndome de un brazo, me alzaron del suelo y enfilaron hacia la salida con paso marcial. Me retorcí como un cochinillo, pero no puede zafarme. En uno de los intentos logré ver como salía, por una puerta cercana, un hombre mayor, seguido de varios más jóvenes y que parecían estudiantes.
- Séneca!!! ey, Séneca!!! tenemos que hablar- grité
El hombre me miró, pero no me hizo ni caso y continuó avanzando hacia la mesa de la secreta.
- Sénecaaa!!! he leído tu libro, el de la felicidad y quería que me explicases algunas cosas- grité, esta vez más fuerte.
Con un simple ademán dirigido a los centuriones, logró que se detuviesen y me soltasen.
- Acércate,¿quién eres? ¿cómo has podido leer mi libro?- dijo Séneca moderadamente.
- Yo soy...- comencé, pero me interrumpió la secreta.
- No tiene cita!- alegó a gritos la muy...
- No te preocupes, Turgencias, déjanos solos- le dijo Séneca a la secretaria. Yo miré y comprendí.
- Se llama Turgencias???- dije medio descojonao cuando ésta se hubo retirado unos metros.
- Si, de la noble familia de los Toracicas Magnas. ¿Qué tiene de gracioso? y su hija Protuberancias.
- juas! juas! juas!- no pude evitar troncharme.
- Se te ve un huevo- me dijo Séneca mirando hacia abajo.
Por lo visto de tanto retorcerme intentando quitarme a los guardias de encima se me habían descompuesto las ropas.
- joer, otra vez!- me lamenté en voz baja mientras Séneca permanecía imperturbable y yo me arreglaba la falda.
- ¿Entonces, tú eres Séneca? el gran orador?- le pregunté.
- Sí,- afirmó- El mismo. Lucio Anneo Séneca.
- ¿Lucio, como el pez?- pregunté extrañado.
- Sí, qué pasa?- respondió algo irritado, con lo que empezó a darme mala espina.
- No, nada, nada, perdone usted- me disculpé
- Bueno, a lo que íbamos ¿cómo es que tienes ya una copia de mi libro? lo publiqué hace muy poco tiempo.- me interrogó Séneca.
- Uf! es una larga historia.- respondí- Lo conseguí a través de una emula y..
- Putos piratas del mediterráneo!- estalló de pronto.
- Ey! ey! dónde quedó ese estoicismo, rey?- le dije suavemente, con lo que se relajó un poco- Además, es normal, entiendelo, no voy a sacrificar veinte pavos caducifolios para tener un ejemplar en papel de tu libro, no?.
- Mmmmm- le costó, le costó, pero al final dijo- Si, bien, siguiendo mi filosofía no puedo hacer otra cosa más que resignarme y ver como se desmorona mi emporio y el de unos pocos, aceptando el intercambio de conocimientos y cultura a bajo costo como algo légitimo a cualquier individuo.
Ay! si fueran todos así!!, pensé.
- Bien, bien, los avances tecnológicos ya se sabe... es lo que tienen, que deben ser para todos, pero mira, de eso quería yo hablar, de tu filosofía- dije
- Mi filosofía se divide en tres partes; lógica o conocimiento, física, y moral o ética. Y en este libro trato de abarcar un poco de cada parte.- dijo Séneca.
- No bonico, no. De física, el mundo y las cosas ni mú y en toda la segunda mitad de este texto no haces más que disculpar y justificar que te sale el dinero por las orejas, alegando, como bien dicta tu filosofía, que no puedes hacer otra cosa, que si las riquezas te llegan, pues no hay que renegar de ellas, ya que es el Logos o universo quien así lo ha dispuesto.- dije algo encendido de más.
- Cierto, si la abundancia material llama a tu puerta no debes rechazarla, ahora bien, lo que no debes hacer en ningún caso es perseguirla- argumentó Séneca de lo más sereno. Se notaba que estaba en su ambiente.
- En eso estoy de acuerdo, de hecho, en el lugar de donde procedo, casi toda la gente está más preocupada por el dinero que por cualquier otra cosa con lo que no estaría de más pensar un poco de esa forma; aún así algunos argumentos huelen un poco a excusas, no sé bien donde quieres ir a parar con tanta defensa para con tus riquezas. Porque, aunque no lo especifiques, está más que claro que hablas de tu persona.
- Bueno, dejemos ese tema. ¿Qué opinas del resto?- me preguntó el hombre pez.
- Durante el resto del libro hablas de que la única forma de obtener la felicidad es a través del conocimiento, algo con lo que no estoy completamente de acuerdo, más que nada por el radicalismo con el que lo expones. También proclamas la futilidad de lo material, con lo que estoy más de acuerdo, y de lo erróneo en la búsqueda de la complaciencia y en cierto sentido del placer, en cuanto a las debilidades humanas principalmente, que ni de coña estoy de acuerdo. Un poco de equilibrio pienso que no estaría de más, evitando frustraciones, pero tú mismo.
- Hablo del conocimiento del todo- dijo Séneca.
- En cualquier caso tampoco estoy de acuerdo del todo con tu conformismo, esa resignación me revienta, en algunos párrafos pareces el cura de mi pueblo. Cierto es que cuando algo pasa ya nada se puede hacer y que caer en el arrebato no es siempre lo más indicado, pero que sepas que a veces desahoga y sienta bien.- le espeté.- Tu filosofía es una filosofía de aguante y con poca profundidad en cuanto a las motivaciones y anhelos humanos. Aguantar y aguantar, perdona que te diga, pero me suena a rollo para gente desesperada, sin ilusión, para la miserable plebe que nunca saldrá de la necesidad y cuanto antes lo entiendan mejor para ellos.- concluí.
Estuvimos así, hablando y discutiendo durante horas. Yo no llegué a comprender del todo su doctrina y él tampoco entendió mi postura, pero terminamos de conversar de forma amigable.
- Bueno, gabi, encantado de haber charlado contigo, me tengo que ir ya, que tengo hora en los baños. Si quieres venirte y seguimos la conversación...
- Va tu secretaria?- le pregunté.
- No, Turgencias no viene hasta mañana.
- Lástima- respondí- entonces paso. Gracias de todas formas. Ya nos veremos en otra ocasión. Adiós.
Esa misma tarde volví a mi tiempo. No sé que demonios sucedió en el viaje de vuelta que no he podido volver a hacer funcionar la dichosa máquina. Ni aun cuando pasadas unas semanas de mi regreso me llamó mi hermana alteradísima.
- Sabes? ya terminé con el árbol genealógico y vas a alucinar! he encontrado nuestros orígenes! el primer miembro de nuestra familia se remonta a la antigua Roma! increíble,no!? se trata de una mujer llamada Protuberancias, que tras la inauguración del palacio de un tal Impúdicus, se hizo sacerdotisa de un templo. Menudo elemento, eh! jajaja.
- Muy interesante. Gracias. Luego te llamo- respondí mareado.
Colgué. Casi me desmayo, descubrir que puedes ser origen y fin de tu estirpe es una sensación muy incómoda, muy circular. Lo mejor que podría hacer para asegurarme sería volver. Tengo que arreglar esa maldita máquina. Necesito volver!!!!

martes, 3 de noviembre de 2009

Robert J. Sawyer-Recuerdos del futuro

Ciencia ficción.STOP.Idea original.STOP.Predestinación o libre albedrío.STOP. Cuidadín con la ciencia.STOP.Nada más destacable.STOP
Qué coño!!Si tengo tarifa plana!!! así que aún voy a decir más. El otro día me comentaron que se empezaba a emitir una nueva serie de ciencia ficción por la tele, Flashforward. Psa! paso de la tele, pero el libro en el que está basado igual me lo zampo; si han hecho una serie de esas de miles de capítulos, que mantiene en vilo a medio mundo durante varios años y es de ciencia ficción, pues, pensé que igual sería bueno. Pues no pienses tanto que cuantas más vueltas le das a las cosas más te mareas y terminas vomitando. En realidad no es tan mediocre, pero si que me dejó muy muy indiferente, con la salvedad de que me dió por pensar en el destino y los viajes en el tiempo. Y ya sabemos lo que me pasa cuando pienso, bruuuaaagghh! Así que, después de una ducha, pues suelo pensar mirando hacia arriba y con la boca abierta, comencé a divagar en voz alta, que no es lo mismo que pensar, pues es más bien decir tonterías. ¿Conocer tu futuro te lleva irremediablemente a cumplirlo, al igual que le ocurrió a Edipo? En el libro, ésta resulta ser la cuestión principal y el autor la resuelve como mejor le parece, algo que no voy a desvelar pues chafaría el desenlace de la historia. Pero resulta que pensando un poco más... bruuuaaagghh!, joer! otra vez! conocer el futuro implica algún tipo de viaje en el tiempo. Si yo voy al pasado y me cargo a mi abuelo de un escupitajo en un ojo (cualquier otra forma también vale), antes de que haya nacido mi padre, ¿cómo voy a nacer yo y luego viajar en el tiempo para el abuelocidio?? puede que mi abuela fuera un poco puta y no fuera éste mi abuelo real, pero suponemos todos los parentescos biológicos. ¿Y si me aviso a mí mismo de algún accidente terrible que me gustaría haber evitado? lo tendría que haber sufrido para poder intentar evitarlo y así una y otra vez, con lo que la existencia del viaje en el tiempo implicaría que no hay libre albedrío, éste sería una ilusión, sólo existiría predestinación, da igual lo que hiciese, terminaría ocurriendo otra vez, con lo que de libertad nada de nada. Pero, por otro lado, si existieran los viajes en el tiempo, habría venido ya alguien del futuro a hacernos una visitilla,no? pero como esto no ha pasado, pues podemos decir que no existen los viajes en el tiempo, con lo que existe el libre albedrío. Así que, como somos libres, mañana te tomas el día también libre y nos vamos de cerves. uy! al final va a resultar que sí existen los viajes en el tiempo. Pues no pasa ná! adelántate hasta el viernes!

lunes, 2 de noviembre de 2009

CULTO AL FALO ENTRE LOS ZHUANG - CHINA



Los Zhuang tienen su origen en el pueblo tai que emigró hacia el sur desde la zona central de China hace unos 5.000 años.

Entre los Zhuang existe una curiosa ceremonia fálica. Según sus leyendas antiguamente no había comunicación entre las dos orillas del río Hongshui (Rojo), las mujeres vivían en una de las orillas y los hombres en la otra. Entonces el dios Buluotou extendió su sexo, largo y grande sobre el río, formando un puente celestial. La gente pudo cruzarlo, se emparejaron, formaron familias y prosperó la humanidad.



Cuando el dios se hizo viejo y el puente quedó blando, lo retiró y dejó dos pelos púbicos que se transformaron en dos vías masculina y femenina, formando el "puente de hombres y mujeres" donde la gente se encuentra muy alegre.
En los primeros días del año aún se reúne la gente de las dos orillas del río y celebra una fiesta en honor del sexo de Buluotou en ambiente un tanto erótico. Además de sacrificar a los antepasados una vaca y un buey, uno proporcionado por la gente que vive a cada orilla del río, se cuelgan representaciones del sexo de Buluotou, generalmente como una especie de vela de papel, que cuando la hincha el viento alegra a la gente porque semeja una erección del pene del dios.

La gente come y bebe, los jóvenes cantan canciones de amor. En esta fiesta celebra no sólo a Buluotou, sino también a la diosa Miliujia, por ser ambos los creadores de la humanidad. En los últimos treinta años ya se han dejado de sacrificar las vacas, pero la gente sale igualmente a realizar sus fiestas y sus cantos a ambas orillas del río.

miércoles, 28 de octubre de 2009

A PROPÓSITO DEL CASTIGO



" LA CULTURA DEL TERROR/2

La extorsión,
el insulto,
la amenaza,
el coscorrón,
la bofetada,
la paliza,
el azote,
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
el ayuno obligatorio,
la comida obligatoria,
la prohibición de salir,
la prohibición de decir lo que se piensa,
la prohibición de hacer lo que se siente,
y la humillación pública
son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia. Para castigo de la desobediencia y escarmiento de la libertad, la tradición familiar perpetúa una cultura del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos a mentir y contagia la peste del miedo.

_ Los derechos humanos tendrían que empezar por casa
-me comenta, en Chile, Andrés Domínguez."

Eduardo Galeano. El libro de los abrazos.

domingo, 25 de octubre de 2009

Mi N. York




Yo me quedo con ésta imagen, la de un tren que parece que se dirija al infierno: una ciudad, el contraste, Nueva York.

Pintadas, edificios vacíos, larguísmas colas de la beneficiencia por una hogaza de pan reblandecido, restaurantes caros, carísimos, ubicados en barrios marginales; grupos de razas conviviendo; judíos ortodoxos que no hablan con el sexo opuesto ni con quien profese otra fe (cualquier otra fe es opuesta); infraestructuras desastrosas; escaparates sucios; personas amables; olor a pizza, sed de cerveza; contrabando; restricción; curas ansiolíticas a base del góspel dominical; parques tranquilos en medio de una ciudad apabullante; el ferry a Staten Island; hombres-policía hablando de racismo; mujeres con la autoridad de la pistola, gritando a cualquier transeúnte; publicidad agresiva e impuesta; colorido; un comecocos; limpiadores de ventanas colgados en los cristales de los rascacielos; provincianismo; dolor de pies; calor en los pasillos del metro; frío en sus vagones; insultos a un Dios idolatrado; quejas en contra de la política; vítores por Obama; eldescubrimiento de Illia Efimovich Repin; limitación civil; control; ajedrez e internet al aire libre; añoranza; exceso de grasas para unos; cincuenta mil tipos de sacarinas; escasez de carne para el resto; café aguado; depósitos de agua; un expreso taquicárdico; la muestra contínua de imágenes de soldados americanos en Afganistán; más dolor de pies; portorriqueños americanizados; un egipcio bromeando en español; esperar para cruzar una calle y parar un coche para preguntarme si quiero dar un paseo; los bomberos, elefantes disfrazados entrando en mi apartamento; negros en cadillacs tuneados; “the best place in the world”, “¿are you sure, man?”; el “heeeeey maaaan” de Harlem; la sorpresa de la persona que te habla; la mía; el pan de cereales, las rosas silvestres y el anhelo de mi hogar; olor a humo urbano, asfáltico; el desastroso metro; lágrimas al escuchar una canción, Coney Island, Eatton, el taquillero de Mancey Av., y lo que no se puede describir, porque lo guardaré en mi memoria, y porque no se puede ni se debe desvelar aquello que se graba en el corazón, desde la tristeza y la alegría.

Mi Nueva York.

jueves, 22 de octubre de 2009

Paul Davies-El universo desbocado

¿Cuándo la lectura de un libro te hace retomar una actividad o incluso comenzar de cero, con todo lo que ello supone; buscar información, leer mucho, aprender y memorizar más conocimientos, encontrar tiempo de donde no lo hay, etc, se trata de un buen libro? pues, la verdad, éste en concreto no lo sé, en cuanto me saque tres o cuatro carreras más os lo comento, prometido. Mientras tanto deciros que en este libro se nos explica el origen y el fin del universo, la formación de estrellas, la combustión que se produce en ellas, la formación de planetas, en concreto la de un planetucho que hay por ahí lleno de seres vivos multicelulares y multicontratiempos, conocido como Tierra. También se nos exponen todos los métodos científicos, desde Galileo a nuestros días, para medir, cuantificar y explicar los fenómenos astrofísicos, la formación de partículas subatómicas y sus propiedades, como funciona un acelerador de partículas, la luz, la segunda ley de la termodinámica que parece regir el destino del universo, los agujeros negros con su energia y su inmensa gravedad (sin profundizar mucho en este último punto no vaya a ser que ya no salgamos), el espacio-tiempo, Einstein, la ley de gravitación universal de Newton, Kepler, el bosón de Higgs y miles, aunque puede que alguna menos, de hipótesis, teorías y conclusiones de los más eminentes y destacados investigadores pasados y actuales, y de como una teoría equivocada no es del todo un error, pues la ciencia se corrige, avanza, es la evolución del conocimiento humano. Me resultó muy entretenido, no se adentra en demostraciones a base de sistemas de ecuaciones y formulación, pero si que expone algunas teorías y hechos constatados que uf! te quedas algo espeso en cuanto empiezas a pensarlo en serio, así que si estabas pensando en hallar la forma de curvar el espacio-tiempo y presentarte aquí en un plis a tomarte dos cerves conmigo, lo llevas claro, no te da tiempo, ya llevo dos. Dos o tres? ya no lo sé, pero de lo que estoy seguro es que este texto de divulgación científica ha cambiado del todo mi vida y la forma de ver las cosas. Y no exagero, pues he flipado tanto con las distancias entre las estrellas y galaxias y cúmulos de galaxias y cúmulos de cúmulos de galaxias que me he quedado 'pillao', tanto que me he apuntado a un club de astronomía y salimos de vez en cuando allá lejos, donde la luz de las ciudades no nos moleste, a ver estrellas, nebulosas, galaxias, cúmulos, ah! los agujeros negros no se ven, cachis!, pero de día tampoco,eh!. En fin, pues eso, que me ha cambiado la vida en el sentido de que ahora, en cuanto cae la noche, me pongo a mirar al cielo, a las estrellas, qué bonito! qué lirico! pues no!, ando tropezando con todo el mundo y con las putas farolas que esas no se quitan, y cada vez que veo más de tres puntos en cualquier parte me imagino una constelación, además tengo un dolor en el cuello...parezco un dispensador de caramelos pez. Lo que no sé es que pasará cuando termine 'Gorilas en la niebla' ¿me compraré un mono? o ¿dejaré de fumar para estudiarlo?

miércoles, 21 de octubre de 2009

Larry Bishop-Hell Ride

Desde el primer día que los ví pasar por la calle principal de la urbanización en la que crecí quise ser como ellos, lamentablemente no disponía de recursos y no daba la talla en cuanto a edad, no sobrepasaba los seis años de altura y mi peso era prácticamente inexistente, pues me definía como un escuchimizado hilillo de tejidos vivos, hábilmente unidos por vete tú a saber que tipo de fluido viscoso que se derramaba por todas partes cada vez que me caía al suelo, impregnándolo todo de un caldo pegajoso, con lo que subirme en uno de esos potentes cacharros hubiera significado una predecible visita al hopital, pasando primero por la planta de trauma y terminando inevitablemente en la consulta del psico, no para ver si estaba loco, no, más bien para determinar si era rematadamente tonto o qué. Aún así decidí seguir adelante, empezando a construir mi incipiente personalidad no por la base o los cimientos como dicta el sentido común, sino, como sugiere la actitud de la mayoría de los adultos, por la fachada. Llegaría a ser un tipo duro, el más duro de la zona, escupiría a las viejas desde mi moto y me dedicaría a irme de juerga, emborracharme, endrogarme y a ganar pasta fácil robando y sobre todo a follar como un loco. Esto último, a mis escasos seis años y recién cumplidos, parecía tener una importancia vital, pues me incomodaba y en cierta manera me avergonzaba el hecho de que todos mis vecinos, hasta los que eran más pequeños que yo, ya habían practicado sexo, disfrutando de tardes enteras, o eso decían, jugando a los médicos, beso-atrevido-verdad, el teto y otras impúdicas formas de pasar el tiempo, mientras yo no hacía más que darle vueltas a la barbie de mi hermana buscando la entrada a ese desconocido y prometedor mundo, llegando incluso a introducirla en la bañera para observar por que abertura brotaban las burbujas del aire que suponía llevaba dentro. Esta mi primera experiencia casi sexual con una rubia en la bañera me abrió los ojos al desconcierto y la incertidumbre, con lo que me quedé igual o más perplejo que antes, cuando sumido en mi ignorancia al igual que ahora, -y hablo del ahora actual-, no conseguía despertar el interés de las niñas. Las burbujas manaban del cuello! significaba aquello que habría que entrarles por la garganta? mmmm, por la cabeza? y qué hay dentro de la cabeza? el cerebro? los ojos? el pelo? todavía hoy en día sigo sin encontrarle significado a los resultados obtenidos empíricamente y es que si tenemos que hablar de resultados mejor hablamos de fútbol. En definitiva, era primordial para mí convertirme en motero rollo angeles del infierno y puesto que no disponía del elemento fundamental para tal cambio, la moto, me dispuse a trucar -ahora se llama tuning, pero en mis tiempos era trucar- mi bicicleta, el primer paso para convertirme en motero era, desde luego, ser biciclitero. Para que tal metamorfosis, de pequeño e insignificante gusano arrastrado a capullo para terminar siendo una polilla parásita motorizada, llegara a consumarse hube de informarme convenientemente, revisando bibliografía y cintas, y como nunca nadie ha visto a un verdadero biciclitero, guarro, con tatuajes, chaleco de piel y apestando a alcohol interesarse lo más mínimo por un libro, me decanté por las películas del género. Una de las últimas que visioné y por ello la que mejor recuerdo, pues estaba super mamado de batido de fresa, fue Hell Ride, una producción, que no dirección, falluca y de bajo presupuesto del, aunque cada día lo dudo más, genial Tarantino. En esta peli lo aprendí todo, desde ponerle un nombre gilipollas a tu bicicleta, hasta la importancia de pertenecer a una banda y tener un apodo aún más gilipollas que el de tu bici. También aprendí que no es necesario trabajar y que ser un cazurro y un palurdo mola mazo y aunque seas repulsivo y apestes, si eres el más vulgar y soez de los alrededores fijo que pillas cacho con un pibón de escándalo, pues en el desierto, a cada medio depósito, a cada pocos kilómetros, hay un bar de mala muerte penosamente construido con tablones de madera medio carcomida y repleto de tías en pelotas que ni en el D'Angelo (ahí sólo he ido a beber,eh!) dispuestas a satisfacer tus más guarrillas fantasias. Esa es la vida que quiero yo, las tres p's, peleas, priva y putas, joer que guay! sin necesidad de lavarme, para qué perder tiempo si puedo invertirlo en limpiarme con alcohol por dentro! a fin de cuentas, si la venganza, el delito y la traición son los hilos conductores de tu vida no necesitas mucho más y, por supuesto, tampoco mucho más durarás.
Afortunadamente esta fase mía de biciclitero duró poco, pues todo el mundo se reía de la horterada en la que había transformado mi bici, mi madre me obligaba a ducharme, con lo que los tatuajes hechos con rotulador y las calcomanias desaparecían y nadie me vendía alcohol; hachís, pastillas y crack sí, pero quería empezar por algo más suave. La gota que colmó el vaso y derramó en forma de gritos y guantazos la paciencia de mis padres, fue el día en el que desperté en el hospital con el chaleco de piel, en realidad era una chaqueta de mi padre a la que le había realizado algunos cortes en las mangas y ciertos ajustes con mi gran ingenio de costurero, talento, por cierto, que desconocía que poseyera, pero como buen biciclitero: hay que saber de todo ;-). Al parecer perdí el conocimiento cuando una vecinita no es que me diera exactamente calabazas, sino que me arrojó un geranio con maceta incluida cuando le dije de jugar a los médicos: 'te voy a hacer una incisión subcutánea en el pectoral izquierdo para luego pinzarte el pezonocleideo y con el escalpelo...', 'otia! almíbar lecter' respondió chillando histérica y me lanzó la indirecta que de lleno me golpeó en la cabeza. Me castigaron quince años sin salir de mi habitación, con lo que se me quitaron del todo las ganas de saber nada de bicicliteros y pelis chorras de motoristas que en algún momento pueden sugerir parodia, pero la mayoría de las veces se manifiestan como apología del descerebramiento más cutreyanki posible.

lunes, 5 de octubre de 2009

LUGARES DEL MUNDO


OYMAYAKON










Localizado en el noreste de la República de Saja (Yakutia), éste pequeño poblado de la Siberia Rusa cuenta con algo más de 2.200 habitantes donde viven una vida un tanto particular y que está muy lejos de las comodidades de las grandes ciudades.
En Oymyakon la leche se reparte en estado sólido, en lugar de agua corriente se utilizan bloques de hielo y los escolares asisten a clases sólo si la temperatura no baja de los 52 grados bajo cero. Por ésta razón que la ciudad es conocida con el título de la ciudad más fría del mundo. De sólo pensar semejantes niveles de temperatura ya estoy temblando.




En esta ciudad siberiana donde su población resiste con tenacidad los fríos más extremos, el récord histórico se registró en 1926, cuando el termómetro marcó una temperatura de -72.1 grados Celsius. Y de hecho, durante los largos nueve meses de invierno en Oymyakon, es muy frecuente que el tiempo se mantenga alrededor de los 60 grados bajo cero.
El nombre Oymyakon significa “agua que no se congela” y obedece a la presencia de una fuente de aguas termales cercana que resultó ideal para la instalación de la ciudad. Además, Oymyakon se encuentra en un valle rodeado de enormes montañas que detienen el viento por completo, haciendo así que las bajísimas temperaturas resulten relativamente soportables y que en el breve verano se alcancen valores de hasta 35 grados de calor.

Lo que hasta principios del siglo XX no era más que un lugar de crianza de renos, con el apogeo del régimen soviético se convirtió en una ciudad muy bien provista, ya que las montañas de la región son sumamente ricas en oro, plata, platino y otros metales preciosos. Sin embargo, casi nada queda para la ciudad de esa riqueza mineral, y la mayoría de los pobladores de Oymyakon se encuentran apenas por encima del límite de pobreza. Por otra parte, con la caída del comunismo el interés por ese remoto enclave siberiano disminuyó notablemente, y ahora la ciudad de Oymyakon sobrevive sólo gracias a sus recursos locales, en especial la ganadería, la caza y la pesca, y además, del turismo puesto que es un destino elegido por muchos aventureros y excéntricos.

jueves, 1 de octubre de 2009

SUEÑOS, DE JUAN JOSE MILLAS


"Yo quiero estar imputado, como Camps, para ser feliz, para reír con la franqueza con la que ríe él, para divertirme a la entrada y a la salida de los juzgados, para que la gente me aplauda y me jalee como a un actor de moda, para que la alcaldesa de Valencia o cualquier otra se muera por acompañarme, del brazo, a los tribunales de justicia. Tengo derecho a ser feliz, a que me regalen trajes y entradas para el circo, lo mismo que a mi señora y a mis hijos. Yo quiero que mis defectos se hagan públicos y que a la gente le parezcan normales, del mismo modo que parece normal no usar para nada las tarjetas de crédito.

- Querida, te cojo doce mil euros de la caja de la farmacia, para hacerme unas chaquetas.
- Vale, corazón, pero no pidas factura, que estoy de papeles hasta el gorro.

Yo quiero que las bolsas de plástico con las que la gente me ve ir y venir por la calle estén llenas de billetes de 500 euros y no de judías verdes o lechugas. Yo quiero pagar al contado mis viajes a Sudáfrica (8.000 euros) y devolver 300.000 en billetes de 50 sin que a nadie le parezca raro. ¿Qué pasa? ¿Son obligatorias las transferencias?

Yo quiero estar a gusto conmigo mismo, con mi conciencia, como Trillo, que no tiene r remordimiento alguno por lo del Yak 42. Lo malo es que yo no he estado implicado en nada raro, ni en estafas, ni en muertes, ni en cohechos, ni en maquinaciones para alterar el valor de las cosas, sólo en pequeñas miserias, en tonterías de andar por casa, en mezquindades que no llaman la atención de los jueces, que no van a ningún sitio.

Y por eso, sospecho, sufro de tantos problemas de conciencia y de tantas dificultades para ser feliz. No tengo amiguitos como El Bigotes, como Correa, no frecuento los bajos fondos. Del trabajo a casa y de casa al trabajo, perra vida. Por eso Rita Barberá no me llama para acompañarme al juzgado y echar unas risas por el camino, como los actores cuando atraviesan la alfombra roja. Yo quiero ser un chorizo, no por los trajes, ni por los viajes a Sudáfrica ni por los 300.000 euros que me dan un día y devuelvo al siguiente en bolsas del supermercado, sino para que la gente me quiera más."

J.J. Millás

martes, 29 de septiembre de 2009

Agua de fuego


«Mis palabras son como las estrellas, nunca se extinguen» Dijo el Gran jefe Seattle.
¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aun el calor de la Tierra? Esta idea es desconocida para nosotros. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán ustedes comprarlo? Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los oscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas. Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos, y por lo tanto deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco ni hay sitio donde escuchar como se abren las hojas de los árboles en primavera o como aletean los insectos. Pero quizás esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido solo parece insultar nuestros oídos. ¿Y después de todo, para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las discusiones nocturnas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pino. El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento, la bestia, el árbol. El hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira.¿ Que seria del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una soledad espiritual; porque le suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Esto sabemos, la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos, todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; es solo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, no queda exento del destino común. Después de todo quizás seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizás el hombre blanco descubra un día: Nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que El les pertenece lo mismo que desea que nuestras tierras les pertenezcan; pero no es así. El es el Dios de los hombres y su compasión se reparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta Tierra tiene un valor inestimable para Dios y si se daña se provocaría la ira del Creador. Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los Búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes.¿ Donde está el matorral? Destruido. ¿Dónde está el Águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia.
Gran Jefe Seattle.1855.

viernes, 25 de septiembre de 2009

LA CITA




.


Hace muchos años había un Califa en Bagdad que era muy famoso pues era sabio y amable. Una mañana envió a su criado, Abdul, Al mercado para comprar algunas frutas. Según Abdul iba caminando por el mercado, de repente sintió mucho frío. Sabía, presentía que alguien estaba detrás de él. Se giró y vio un hombre alto, vestido de negro.




No podía ver el rostro del hombre, únicamente sus ojos. El hombre le estaba mirando fijamente y Abdul comenzó a temblar

“¿Quién eres? ¿Qué quieres?” Preguntó Abdul.
El hombre vestido de negro no respondió.
“¿Cómo te llamas?” Abdul preguntó nerviosamente.
“Yo…. soy…. La Muerte”. El forastero replicó fríamente y se marchó.

Abdul arrojó su cesto y corrió durante su regreso a la casa del Califa. Entró velozmente dentro se la habitación del Califa.

“Perdóneme amo. Tengo que marchar de Bagdad inmediatamente”, dijo Abdul
“Pero… ¿por qué? ¿Qué ha ocurrido?”, preguntó el Califa.
“Pues que acabo de encontrarme con La Muerte en el mercado”, Abdul contestó.
“¿Estás seguro?” dijo el Califa.
“Sí, estoy seguro. Iba vestido de negro y me miró fijamente. Me voy a casa de mi padre en Samarra. Si me voy ahora mismo, estaré allí antes de la puesta del sol”.
El Califa podía ver que Abdul estaba realmente asustado y le dio permiso para que fuera a Samarra.

El Califa estaba confundido. Le tenía mucho aprecio a Abdul y el estaba molesto puesto que el forastero en el mercado le había asustado profundamente.

Decidió ir el mismo al mercado para averiguar. Cuando él halló al hombre vestido de negro, le habló muy enfadado.

“¿Por qué asustaste a mi criado?”
“¿Quién es vuestro criado?” el forastero contestó.
“Su nombre es Abdul”, respondió el Califa
“Yo no quería asustarle. Yo estaba muy sorprendido de verle en Bagdad”
“¿Por qué estabas sorprendido?”
“Yo estaba sorprendido porque yo tengo una cita con él… esta noche… en Samarra”

- - - - - -

Desconozco si es verdad lo que se dice, que desde que nacemos la trayectoria de nuestra vida está ya sentenciada, esto es lo que nos quiere dar a entender esta historieta. Lo que si creo es que nosotros mismos decidimos sobre nuestros planes, que no nos debemos obcecar por el futuro y muy especialmente en como y cuando moriremos. Este sí que es un hecho verídico y que nadie se escapa de ese final de nuestras vidas. Por lo tanto, ¿por qué nos empeñamos en amargarnos, envidiar al prójimo y muchas cosas parecidas? Vivamos el día en que estamos, disfrutemos de cuanto nos da la vida… la naturaleza, amistad, lectura, música… si nos paramos a pensar, tendríamos ocupadas las 24 horas del día –eso sin contar las tareas obligatorias-

miércoles, 23 de septiembre de 2009

DESPEDIDAS





Despedidas (Okuribito)





La película, dirigida por Yôjirô Takita, cuenta la historia de Daigo Kobayashi (Masahiro Motoki), un violonchelista que se ve obligado a regresar con su esposa Mika a la casa de su madre fallecida, tras quedarse sin trabajo. Contesta a un anuncio que busca a gente para trabajar en “Despedidas”, El hombre acepta una oferta de trabajo que parecía de una agencia de viajes, pero pronto se da cuenta de que se trata de un oficio como amortajador. Después de reflexionar, decide aceptarlo y ocultárselo a su mujer por vergüenza. Daigo comenzará, entonces, una experiencia que le llevará a acercarse a la muerte de una manera diferente, todo ello al tiempo que su vida sufre inesperados cambios.



Fue una de las grandes sorpresas en la pasada edición de los Oscar. "Despedidas" (o "Departures" como reza su título internacional) ganó la estatuilla a la mejor película extranjera contra todo pronóstico. Su director, el japonés Yojiro Takita (La espada del samurái), es uno de los cineastas más famosos de su país y, con este drama filosófico, ha dado a conocer parte de la cultura nipona fuera de sus fronteras. La vida y la muerte se dan la mano a través de la historia de Daigo, un amortajador por accidente que tiene que ir afrontando difíciles acontecimientos. Cabe destacar la belleza con la que se muestra la ceremonia de amortajamiento de los difuntos japoneses, así como la importancia de la música y los escenarios naturales.
- - - - - - - - -
Durante la película hay situaciones que nos hacen sonreir-reir dulcemente, otras que se escapan las lágrimas (no lacrimógena), incluso a los más insensibles y una vez más nos hace recapacitar en las relaciones de las personas, la amistad y la familia, aquí subrayo nuestros padres. Asimismo sobre ese final al cual nadie se escapa… la muerte, en ningún momento dramática, sino de la manera más natural. Esta película la vi a principios de agosto y aún se expone, es V.O. con subtítulos.
Una vez más el cine japonés mueve nuestros sentimientos y aunque nuestras culturas son muy diferentes, vemos que quizás en lo más profundo de nuestro interior, no somos tan diferentes… somos… eso… humanos. Es una historia de fondo desde cualquier civilización y con un punto de exotismo pero sin caer en lo incomprensible.